En el plano de la ciudad del año de 1790 podían observarse estos terrenos despoblados. Tres plazuelas contiguas, como si fueran una continuación de la otra, dominaban la composición del lugar. La más pequeña de esas plazas se comunicaba a la calle de Rastro, la Plaza del Árbol. Otra era la Plazuela del Rastro, separada de la de San Lucas por una calle. En ese lugar hubo un gran puesto de pulque. Las dos pequeñas plazuelas desaparecieron; en su lugar fueron construidos edificios, sólo sobrevivió la de San Lucas. Ese lugar se conoció también con el nombre de Zacate, pues vendía el forraje para las bestias de la ciudad.
Por esas calles oscuras podía llegarse “al Recogimiento de Mujeres” Santa María Magdalena, albergue de mujeres públicas, en realidad prisión de prostitutas, ladronas, asesinas, escandalosas, borrachas, peleoneras o sacrílegas. Las calles se llamaban Callejón de Ave María, Rastro, San Miguel. Quien camine por el triángulo imaginario de José María Izazaga, 20 de Noviembre y José María Pino Suárez pisará los terrenos del viejo rastro, de una gran pulquería, y del Recogimiento de Mujeres de una ciudad desaparecida. De ahí la figura de “las recogidas”, ahora calle de Nezahualcóyotl y Plaza San Lucas.