La Casa Boker era la ferretería más grande de la ciudad y el momento culminante de la moderna arquitectura mexicana. Una de sus rarezas consiste en que el edificio fue diseñado en Estados Unidos, por lo cual se le instalaron vidrios dobles y un gran sistema de calefacción, innecesarios para el clima de la Ciudad de México. Debido al incendio de 1975, el edificio sufrió algunos cambios, pero conserva su altiva presencia en la esquina de Isabel la Católica y 16 de Septiembre.
El siglo XX llegaba a la Ciudad de México. Una ciudad desaparecía para dejar su lugar a otra que evolucionaba en medio del torbellino de la especulación inmobiliaria. Se construían las casas de los nuevos colonos, el imán de los capitales extranjeros. Al inaugurar la Casa Boker, el mensaje de Díaz fue claro: La modernidad está hoy en estas vastas zonas en construcción. Ésa fue la empresa en la que se empeñó el gobierno, el llamado de la Ciudad Luz que hechizó a los hombres de don Porfirio. En 1901, Morton, Lam y Brown proyectan la colonia Roma en los terrenos de Francisco Lascuráin; en 1902, el Banco Mutualista inicia la construcción de la colonia Condesa en los terrenos de Manuel Escandón, Vicente Escandón y Rafael Martínez de la Torre.